Tanto si buscas un efecto sunkissed (o de piel besada por el sol) o simplemente quieres dar un poco de tono a tu rostro, necesitas un buen bronceador en tu kit de belleza. Además de poder dar forma y contorno a tus facciones y animar hasta las pieles más apagadas, el colorete es muy util para ser usado en otras zonas, como por ejemplo los ojos.
Lo primero… ¿Qué textura de bronceador elegir?
Las opciones en cuanto a bronceadores son tan amplias que no solo verás una gran variedad en cuanto a colorido, también en cuanto a texturas.
Los bronceadores en polvo son los más populares gracias a su facilidad de uso ya que se pueden usar sin dificultad en cualquier tipo de piel y, para su aplicación, solo necesitarás una brocha mediana o grande.
El formato de bronceador en crema o stick es el más indicado para las pieles más secas y maduras, ya que tendrá un efecto más natural sobre las arrugas o la piel no demasiado hidratada.
Las versiones líquidas están indicadas para pieles normales y secas, ya que en las grasas durarán menos. Eso sí, es importante saber que el formato líquido es más difícil de aplicar que el polvo, por lo que viene bien hacerlo con buena iluminación, una brocha o esponja adecuada y siempre yendo de menor a mayor cantidad.
¿Quieres intensificar tu bronceado? Elige un formato crema o líquido y séllalo con un formato polvo para un extra de duración y profundidad.
Cómo dar con tu tono ideal de bronceador
Tu tono ideal de bronceador puede variar según la época del año en que te encuentres, tu tipo de piel o tu gusto particular.
En general, es mejor tirar por un color que no sea demasiado naranja para optar por un tono más grisáceo. Si tienes una piel madura opta por los que tienen un poco de shimmer que aporta frescura y luminosidad. Evita las partículas irisadas demasiado obvias y decántate por algo sutil.
¿Eres muy blanquita? Hay opciones en el mercado para las pieles más claras como el Hoola Lite de Benefit y otras para pieles más oscuras como Bahama Mama de The Balm o Laguna de Nars.
Cómo conseguir un efecto Sunkissed
Para conseguir un efecto de tocada e iluminada por el sol aplica el bronceador por las mismas zonas que puedes ver en el dibujo de arriba y añade un tono de rubor a las mejillas en un tono natural como el melocotón.
Utiliza el bronceador sobre los ojos enmarcando la cuenca con una brocha suelta (para que el pigmento no quede demasiado intenso) y aplica por la zona de la nariz con la misma brocha del bronceador.
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