‘Cold Cream‘ viene del término anglosajón Crema Fría y creerás que es para las pieles secas, pero tiene muchas propiedades y te las voy a explicar bien.
Aunque antiguamente eran cremas que aportaban sensación de frescor, ya no es así. La industria cosmética ha conseguido quitar esa sensación de frío en muchos de sus productos.
La Cold Cream es una crema hidratante, reparadora y nutritiva que calma las irritaciones de la piel, la suaviza y te aporta una barrera contra las inclemencias del clima. Considerada para las pieles secas y muy secas, este tipo de crema también puede ser usada para otros tipos de piel en determinados momentos, como cuando sientes tirantez por el frío o porque te salgan rojeces en el rostro. Es perfecta para cuando tenemos deshidratación causada por la bajada de las temperaturas.
Pero esta crema no es exclusiva para el invierno. Podrás usarla en cualquier momento del año; dependerá de tus necesidades y del estado de tu piel en cada momento. Se recomienda sobre todo para pieles sensibles, con dermatitis, psoriasis o piel atópica, incluso para los niños.
La Cold Cream no tiene un uso exclusivo para el rostro, por lo que se puede usar en el resto del cuerpo. Perfecta para codos, rodillas, durezas y sequedad en general. Su fórmula la podrás encontrar en más productos como en jabones, desmaquillantes y lociones ya que dejan la piel suave e hidratada.
Esta crema y los productos que la contienen tienen la propiedad de proteger, suavizar, reparar e hidratar intensamente la piel. Es una crema que protege de forma especial la piel de todo tipo de agresiones externas, en particular del frío. Se recomienda especialmente para las personas que trabajan al aire libre o practican deportes de invierno. Los bebés al tener una piel muy frágil y sensible también se benefician de las propiedades de esta crema.
COMPRA NUESTRA LISTA DE COLD CREAM
En Latte and Closet | El estilo de Rashida Jones en On the Rocks