Aunque este otoño está siendo bastante suave sabemos que el frío no tardará en llegar.
La temporada de mantas ya ha comenzado y se nos va apeteciendo taparnos mientras estamos leyendo o viendo tranquilamente una serie en el sofá.
Las mantas nos acompañan para luchar contra el frío desde el inicio de los tiempos.
Desde las prehistóricas hechas con pieles de animales han sido un elemento tan sencillo como imprescindible en cualquier cueva o casa humana.
Mantas de Val de San Lorenzo
Manta de cuadros de Falagán La Real Fábrica
Val de san Lorenzo es un pequeño pueblo de León donde se elaboran la conocidas «mantas maragatas» con lana 100% de oveja.
Aún hoy se siguen haciendo en telares tradicionales y se terminan a mano.
Los tientes utilizados para sus brillantes colores son también de origen natural, así que son completamente sostenibles además de duraderas.
Son ligeras y transpirables, debido a la oquedad de las fibras de la lana de oveja, perfectas para quienes no os gusten las mantas pesadas para la cama o el sofá.
Mantas Ezcaray
Manta Rozco de Ezcaray
Desde el corazón de La Rioja estas mantas se llevan elaborando y exportando a todo el mundo desde 1930.
Están elaboradas con mohair (lana de cabra) una materia prima natural con una gran propiedad termoreguladora, es decir, se adapta la temperatura de la persona sin dar calor de más.
Son un clásico que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y que en la actualidad se nos presentan en diferentes diseños para todos los gustos.
Mantas de ganchillo
Manta de ganchillo de Zara Home
Otra opción clásica para esta temporada de mantas son las de ganchillo.
Además de calentitas me parecen super estilosas. Aunque con estas no puedo ser objetiva, hago ganchillo desde hace años y este tipo de mantas son mis favoritas tanto para tejer como para decorar.
Si no te das maña con la aguja, esta de Zara home puede ser una opción perfecta para tus ratos de lectura o de series en el sofá.
Mantas tejidas a mano
Aunque si quieres algo más original y personalizado siempre puedes o contactar con alguien que las haga por encargo o, por qué no, intentarlo tú misma.
De ganchillo o de punto a dos agujas, hacer una manta puede ser un reto muy divertido y gratificante. ¿Os animáis?
Algunas de las mantas hechas por mi
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